domingo, 7 de diciembre de 2008

Fragmento de "La ciudad sin nombre" de J. Torres Garcia


Acabo de llegar a una ciudad de la cual desconozco su nombre. Hombres, como yo, circulan por las calles. Nada me liga a ellos. No soy conocido en la ciudad; yo no conozco a nadie. Esto me da una independencia, de que gozo, porque sé que nadie vendrá a perturbar mi libertad.
Observo: casas, calles como en todas partes, vehículos, plazas... y siempre el SOL, el cielo, la geometría de las alineadas casas y el árbol, el agente de seguridad, las tiendas, y la estación del tren.
Circulo entre la gente, oigo sus voces, una sonrisa, un gesto, dos que hablan en una esquina, otro que saluda... ¿Qué me liga a todo esto? Nada, y todo. Nada, porque a nadie conozco ni sé de nadie; pero todo, porque yo también soy un hombre. Y si ahora hiciera un gesto extravagante, dejaria al momento de ser ese hombre libre que circula: despierta la atención sobre mi persona, ya entraríaa en relación de algún modo, con los que me rodean (...)

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